Si buscamos teletrabajo en un diccionario encontraríamos una definición como la siguiente
“Trabajo que una persona realiza para una empresa desde un lugar alejado de la sede de esta (habitualmente su propio domicilio), por medio de un sistema de telecomunicación”.
Y sí es cierto que objetivamente eso es el teletrabajo… pero yo creo que hay algo más allá.
Estamos de acuerdo que el teletrabajo es una forma de trabajo a distancia, pero yo añadiría que es una forma flexible de trabajo a distancia, puesto que no tiene unos horarios fijos como los que hay en una oficina, ya que en muchos casos de teletrabajo decirse que llevamos la oficina con nosotros.
Para comprender realmente qué es el teletrabajo debemos comenzar sabiendo cuál es su historia, por supuesto brevemente… El teletrabajo apareció en Estados Unidos durante la época de la crisis del petróleo (años 70). Se pretendía reducir los desplazamientos de los trabajadores hasta el centro de trabajo ya que podían llevarse el trabajo a casa gracias a los ordenadores y las telecomunicaciones. Sus principales impulsores fueron Jack Nilles y Peter Goidmark.
Mientras que en Estados Unidos el teletrabajo es una forma más de trabajo, muy utilizada tanto por los trabajadores como por las empresas, en España sin embargo el teletrabajo no ha alcanzado tanta popularidad ni se ha integrado a fondo en la sociedad española, en muchos casos por la falta de tecnología en los hogares españoles y en otros muchos casos por la necesidad de un cambio de mentalidad en la sociedad española.
Como todo en el mundo el teletrabajo es objeto de controversias ya que tiene sus ventajas y sus desventajas. No os voy a hablar de todas porque si no este post no terminaría nunca, os voy a enumerar, las que en mi opinión, son las más evidentes:
Como podemos observar algo muy importante en el teletrabajo es la posibilidad de compaginar la vida laboral y la familiar. Esto puede ser muy bueno pero a la vez muy perjudicial…
Si es cierto que en la sociedad en la que vivimos, seamos familias monoparentales con hijos a su cargo o familias en la que hay ambos progenitores, hoy en día, dados los niveles de gastos de las parejas y los gastos de los hijos, es necesario que ambos aporten económicamente al matrimonio para cubrir todos los gastos.
No todo son cosas buenas, y como hemos visto en las desventajas el teletrabajo conlleva la dificultad de separar la vida laboral de la vida familiar, o lo que es lo mismo, no diferenciar el límite entre el trabajo y el ocio. Hoy en día gracias a las nuevas tecnologías como smartphons o tablets estamos 24 horas conectados a internet, a las redes sociales, y cómo no al trabajo.
La tecnología en lugar de ayudarnos a desconectar nos hace estar pendientes constantemente de nuestro trabajo, sobre todo a los autónomos, comprobando los correos electrónicos o las diferentes redes sociales o páginas web de las empresas. Y es ahí donde nosotros mismos debemos poner límites, debemos poner fin a una jornada laboral que podría convertirse en interminable, y eso perjudicaría a la vida social y familiar e incluso a la propia salud del trabajador.
Pero evidentemente no es todo negativo, para las personas que sí ponen límites al trabajo y que saben compaginar su vida laboral y social el teletrabajo ofrece la posibilidad de integrar el trabajo con las obligaciones familiares: por ejemplo, llevar a los hijos al colegio o estar en casa cuando regresan sin que esto conlleve que los teletrabajadores pasen más horas con su familia, sino que pueden disfrutar de la posibilidad de elegir el empleo de su tiempo.
Artículo redactado por Eva MtinHdez @evitaptk